El pequeño municipio de Icém, en el interior de São Paulo, Brasil, vivió un momento de profunda consternación este domingo 30, cuando familiares y vecinos participaron en la despedida del pequeño Gustavo Amadeu Azevedo Silva, de 3 años.
El velorio se realizó en el Velatorio Municipal, y el sepelio tuvo lugar alrededor de las 19:30, en el Cementerio Municipal, en medio de un ambiente de tristeza colectiva por esta pérdida humana.
De acuerdo con el informe policial, la madre del niño, una joven de 26 años, manifestó a las autoridades que el hecho ocurrió después de una discusión por mensajes con una familiar.
Según la versión registrada, la mujer habría actuado bajo un cuadro emocional alterado y con consumo de bebidas alcohólicas.
En medio de esa situación, y mientras el padre se encontraba trabajando fuera de casa, se produjo el lamentable episodio que hoy es materia de investigación.
Las autoridades señalan que la madre habría utilizado un elemento cortante y también aplicado fuerza física contra el menor mientras este descansaba.
Posteriormente, el pequeño fue encontrado en la cama. Los equipos del SAMU, junto con integrantes del Consejo Tutelar y la Policía Militar, acudieron de inmediato, pero solo pudieron confirmar la pérdida.
La mujer fue detenida de forma inmediata y el caso seguirá su curso legal como una situación agravada, debido a la edad del menor.
El impacto generado por este suceso ha sido profundo en la comunidad. Decenas de personas se acercaron al velatorio para acompañar a la familia y ofrecer apoyo en un momento tan delicado.
Vecinos, amigos y familiares coincidieron en expresar su sorpresa y tristeza ante un hecho que terminó con la vida de un niño que apenas comenzaba a descubrir el mundo.
En una ciudad pequeña como Icém, donde todos se conocen, este tipo de situaciones provoca un fuerte llamado a la reflexión y a la necesidad de fortalecer la red de apoyo a familias que atraviesan tensiones emocionales, conflictos domésticos o consumo indebido de bebidas alcohólicas.


