Un hecho lamentable registrado en la localidad de Pontal, en el interior de São Paulo, Brasil, generó gran preocupación entre los vecinos del sector Jardim Bela Vista.
La comunidad se encuentra consternada tras la situación que involucró a Mayra Natanaeli de Oliveira Francisco, de 29 años, quien era conocida por su labor como conductora de autobús y por ser madre de dos menores de 5 y 12 años.
Según testimonios recopilados por las autoridades, Mayra había expresado en los últimos días una fuerte inquietud por la conducta de su expareja, identificado como André Marcos Pereira dos Santos, de 33 años.
De acuerdo con la versión de personas cercanas, la joven habría vivido semanas marcadas por un ambiente de tensión debido a episodios recientes que la mantenían en constante alerta.
Una amiga de confianza, Ana Paula Gonçalves de Araújo, informó que Mayra mencionó varias veces que su excompañero ingresaba a la vivienda sin permiso.
Incluso relataba que, durante la noche, escuchaba ruidos que la hacían pensar que él intentaba superar la reja o el muro para verificar si se encontraba en casa.
Debido a esta situación, la joven pidió a los vecinos que estuvieran atentos ante cualquier llamado de auxilio.
En el momento del incidente, los hijos de Mayra estaban en la escuela. Un vecino, identificado como Daniel Alexandre, quien trabaja como albañil, escuchó un alboroto en la vivienda.
Al notar la gravedad del momento, decidió ingresar para auxiliar y encontró una escena delicada. Inmediatamente solicitó asistencia médica para la joven, aunque lamentablemente no fue posible ayudarla.
Ana Paula, su amiga, también comentó que Mayra llevaba semanas sin poder descansar adecuadamente debido a la presión emocional que experimentaba.
Por precaución, había enviado a sus hijos a quedarse con una tía, ya que temía que pudieran verse afectados.
Además, la joven había presentado señalamientos oficiales en reiteradas ocasiones debido a las tensiones con su expareja y tenía la intención de presentar una nueva notificación, pues aseguraba sentirse cada vez más vulnerable.
Tras el incidente, el propio André contactó a la Policía Militar, reconociendo su participación en los hechos y facilitando su detención.
Actualmente permanece bajo resguardo en la Cárcel de Pradópolis, a la espera de una audiencia que definirá las medidas judiciales correspondientes.
Las autoridades indicaron que ya se han iniciado las diligencias investigativas en la Comisaría de Pontal, donde se registró el caso como una situación grave que requiere análisis detallado.
Personal policial también retuvo un elemento peligroso y una motocicleta vinculada al presunto responsable para avanzar en las investigaciones.
Este hecho ha generado un profundo impacto en la comunidad, que recuerda a Mayra como una mujer trabajadora, dedicada a su familia y apreciada por quienes la conocieron.
Las autoridades continúan recopilando información para esclarecer todos los detalles y brindar apoyo a los familiares.





